Ojalá vivas todos
los días de tu vida.
Jonathan Swif
Abrir los ojos, mirar a la ventana, ser consciente de la luz, vivir una nueva oportunidad...
Alguien me lo dijo una vez, y en ese momento entendí; entendí lo importante que es tener la posibilidad a diario de luchar y cumplir sueños, de dejar atrás aquello que te duele, que molesta o que ha dejado de sernos útil; no se trata de menospreciar, de olvidar, más bien todo lo contrario: se trata de agradecer, de aprender para poder evolucionar en nuestro camino personal, y eso precisamente, es lo que nos hace vivir.
Disfrutar cada día como lo que es, un regalo, y a la vez un aprendizaje: una posibilidad de desarrollo, eliminando el sufrimiento inútil, la adaptación es una de las características del ser humano, y transitar el camino es una obligación, como el río que no vuelve atrás, nuestra opción es mirar hacia delante, sin perder lo que somos, lo que tenemos alrededor en el momento presente.
No se puede concebir la vida desde la pena ni la resignación, sólo puede entenderse desde la aventura y la oportunidad: de brillar, de superarse, de amar... y que todo ello conforme el mejor de los regalos, el de elegir y compartir todo lo que nos hace felices, aunque sean cosas tan pequeñas como un amanecer.
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Vivir mata, pero lo hace lenta y suavemente, nos permite tomarnos tiempo para disfrutar el camino, y ese, es el regalo en si mismo: no perder la oportunidad de hacer lo que queremos, cuando queremos y como queremos.
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