Todo lo que nos irrita de otros nos lleva
a un entendimiento de nosotros mismos.
Carl Jung
No siempre las relaciones son perfectas, a veces tenemos diferencia de opiniones y criterios en la manera de ver las cosas, y especialmente de sentirlas; no se trata de que una forma sea mejor que la otra, posiblemente todas las interpretaciones son buenas, y simplemente la información que se maneja es diferente por las partes que interactúan.
Imposible a veces no discutir, no poner en común diferencias, pero es enriquecedor saber que puede pasar, que puedes interactuar y aprender, escuchar para comprender y abrazar el cambio... sin duda poner en valor la importancia de la diferencia llega a ser sanador, nos pide ayuda para abrir la mente, para ser consecuente y capaz de poner en práctica la empatía sin necesidad de atacar.
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Cuanto más consciente seamos que todo lo que nos molesta, es nuestra propia mente que nos avisa de algo que no está resuelto, o que debemos gestionar de una manera diferente, mejor; aprender a sanarnos es una obligación, no tanto un regalo, darnos la oportunidad de tener una vida más plena es la oportunidad de desarrollo necesario para afrontar los retos que a diario enfrentamos.
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